Sobre mí
Primero, lo más formal...
Después de estudiar Ciencias Económicas y dedicarme a enseñar Contabilidad durante años, acepté que me sentía vacía y que esa voracidad con la que consumía libros y cursos de liderazgo tenían algo más grande que decirme.
Así fue como en 2012 decidí hacer ese viaje hacia mi misma, formarme como Coach (en Santiago de Chile) y cambiar mi experiencia de vivir, para siempre.
Conocerme, aprender a conversar y crear con otros, aceptar mi propia singularidad y compartirla calmó esa sensación de vacío.
Me reencontró con el entusiasmo, la autenticidad y aumentó mi capacidad de alcanzar objetivos alineados con mis verdaderos deseos.
Así y todo, mi paso por la universidad y la docencia fue absolutamente trascendente: hoy trabajo en el equipo de coaches en el MBA de la universidad Torcuato Ditella y en el 2003 dando clases particulares, conocí a mi marido y padre de mi hijo.
Sin el “fracaso” de elegir la contabilidad no tendría esta familia que también elijo y disfruto.
Ahora... ¿Quién soy yo para hacer ésto?
Quienes me conocen profesionalmente dudan de las limitaciones que experimenté en mi vida. Fui una experta en habitar y sostener restricciones para mi experiencia. La idea de saber quién “debía ser” y “cómo hacerlo” me llenó de expectativas que aún cuando las cumplía, no alcanzaban una satisfacción acorde.
Así es que decidí hacerme cargo de toda esa insatisfacción y entendí que podía ser materia prima para construir algo significativo y valioso. Primero lo fue para mí misma y tan grande fue el resultado que encontré que cada uno de los “fracasos” experimentados eran también un regalo para otros, que como yo, se llenaron de planes que no tienen mucho que ver con sus individualidades.
Aprendí a que los límites sólo existen en mi manera de mirar y que están ocurriendo miles de circunstancias y oportunidades a las que no podré acceder si no tengo conciencia de lo condicionada que está mi percepción.
¿Hasta donde podemos ver y vernos? Acá está el gran secreto. ¿Cómo podríamos experimentar algo que no esté en nuestro radar?
¿Cómo animarme a brillar, entregarme a mi potencial si no confío en mí?
Mi mirada y el acceso a las posibilidades que me permitan experimentar eso que estoy deseando requiere de distinciones específicas, de una apertura especial, de permitirme sentir y conocer a fondo quién estoy siendo en este momento. Cómo me observo y cómo observo al mundo.
Así fue que el coaching ontológico se transformó en el puente que me permitió moverme desde quién era a quién estoy siendo ahora: auténtica, libre y feliz. Con una profesión llena de sentido para mí, en la que me desarrollo día tras día y que me conecta con mi yo más apasionado.
Los resultados externos se alcanzan desde el Ser y no desde el Hacer. El hacer está lleno de límites si surge desde la superficie.
El lugar desde el que queremos alcanzar estos resultados también es muy importante. Si salgo a buscar algo porque “me falta” no es lo mismo que hacerlo porque “me divierte”. El propósito que hay detrás de la búsqueda es un combustible o una mochila.
El Coaching me sirvió para descubrir lo importante que es para mí la diversión. Así es que obtuve los trabajos más importantes de mi experiencia en este camino tanto en Universidades de privilegio como en una empresa que hace juegos para otras organizaciones. Sí, yo quiero divertirme y me contratan para que juegue con otros!
La abundancia se crea cuando sabemos lo que tenemos para dar y no cuando vamos buscando lo que supuestamente nos falta. Y reconocer todo lo que hay en nosotros es sólo cambiar la forma de mirar (nos).
Así descubrí que cada emoción nos está contando quiénes estamos siendo en este momento. Y encontré mucha inspiración en cada una de esas a las que juzgamos negativas.
Esto resume la historia de mi vida y te hago extensivo aquel primer interrogante que surgió en mi: ¿Estás segura que eso que interpretas es verdad? ¿Podrá ser que cada fracaso sea más útil e importante que el “éxito”? ¿Para qué estás usando cada cosa que te pasa y no te gusta? ¿Es un trampolín o un sofá?
Yo soy la prueba evidente de que siempre podemos elegir.
¿Te animas?
Te estaba esperando

11 Curiosidades sobre mí:
Mi pasión por acompañar a otros a ser más felices me ha llevado a leerles libros (que yo evaluaba útiles) a familiares y amigos, en cualquier momento y lugar.
El coaching me cambió la vida y el psicoanálisis me ayuda a nutrir y fortalecer esos cambios.
Cuando ví el daño de la industria ganadera (al planeta en general y a los animales en particular) no pude más que declararme vegetariana.
Me considero una “nerd” del buen vivir. Siento que aprender, leer y probar nuevos caminos me mantienen enérgica y vivaz. Hago cursos todo el tiempo.
Me peleo con todo coach que crea que puede suplantar a la psicología o la psiquiatría. La salud mental no se negocia y de eso se ocupa la ciencia. Si existe un vínculo entre ellos es complementario, nunca excluyente.
Amo la poesía y la filosofía. Siento que el mundo es mucho más bello porque ellas existen.
Odiaba la actividad física hasta que aprendí a practicarla rodeada de amigas y vecinas. Hoy es otro puente para conectar con ellas.
Si una decisión me ha facilitado la vida es la de hacer de mi barrio mi lugar en el mundo. Amo a mis vecinos, al club a cuatro cuadras, el gimnasio a la vuelta y la escuela de Romeo a 10 minutos.
Toda actividad necesaria no disfrutable puede acompañarse de un buen podcast.
Salvo contadas excepciones creo que la “intensidad” es una virtud.
De una manera metafórica podría decirte que el coaching es ponerte fertilizante para que florezcas 🙂
